CARRERA ESPACIAL.

  En el contexto de la Guerra Fría, cada bloque también luchó ideológica, política y científicamente por realizar logros en la conquista del espacio.
Ernesto Russo.


Antecedentes de la carrera espacial

Los cohetes han sido objeto de interés de científicos y aficionados desde hace siglos. Los chinos los utilizaron como armas desde el siglo X. El científico ruso Konstantín Tsiolkovski teorizó en la década de 1880 sobre cohetes compuestos por varias etapas y propulsados por combustible líquido que podrían llegar al espacio. Pero no fue hasta 1926 cuando el estadounidense Robert Goddard diseñara un cohete de combustible líquido de uso práctico. Goddard realizó sus trabajos sobre cohetes en la clandestinidad, ya que era objeto de burla de la comunidad científica, el público e incluso el diario The New York Times. La Segunda Guerra Mundial hizo que las tecnologías de motores cohete ganaran notoriedad. A partir de entonces, cualquier carrera espacial quedaría vinculada a las ambiciones militares de las naciones implicadas, a pesar de su impulso a la ciencia y a la tecnología.


Robert Goddard.

Contribuciones alemanas

A mediados de la década de 1920, científicos alemanes empezaron a experimentar con cohetes propulsados por combustibles líquidos que podían alcanzar altitudes y distancias relativamente altas. En 1932, el Reichswehr, predecesor de la Wehrmacht, mostró interés por los cohetes como artillería de largo alcance. Wernher von Braun, un científico de cohetes que empezaba a destacar, se unió a la investigación y los desarrolló para su uso en la Segunda Guerra Mundial por la Alemania nazi. Von Braun adoptó muchas ideas de la investigación original de Robert Goddard; estudió sus cohetes y los mejoró considerablemente. El cohete A4 alemán, lanzado en 1942, fue el primer proyectil balístico de combate y el primer artefacto de la Historia en realizar un vuelo suborbital. En 1943, se renombró como cohete V2 y Alemania inició su producción en masa. El cohete V2, con un alcance de 300 km y una ojiva de 1000 kg, se considera origen de todos los cohetes modernos. La Wehrmacht disparó miles de cohetes V2 contra las naciones aliadas, causando daños y numerosas muertes.


V2 (A4).

Raíces en la Guerra Fría

Culminada la Segunda Guerra Mundial, los científicos alemanes que trabajaron en el V2 fueron capturados tanto por Estados Unidos (Operación Paperclip) como por la Unión Soviética (Operación Osoaviajim). Los Estados Unidos y la Unión Soviética se embarcaron en una Guerra Fría de espionaje y propaganda, alimentada por la exploración espacial y la tecnología de satélites en ambos frentes. El equipamiento a bordo de satélites podía espiar a otros países, con cámaras de fotos y señales de radar, mientras que los logros espaciales servían de propaganda política, para demostrar la capacidad científica y el potencial militar de un país. Los mismos motores cohete que podían poner en órbita un satélite o alcanzar la Luna, podían lanzar una bomba atómica a una ciudad enemiga cualquiera, haciendo uso de misiles balísticos intercontinentales (ICBM). Gran parte del desarrollo tecnológico requerido para el viaje espacial se aplicaba tanto a los cohetes de guerra como a los ICBM. Las dos superpotencias trabajaron para ganar ventaja en la investigación espacial, incrementando la capacidad de sus lanzadores, naves y satélites artificiales.

Satélites artificiales

En el año 1955, tanto Estados Unidos como la Unión Soviética anunciaron públicamente su intención de lanzar satélites artificiales al espacio en el corto plazo, como contribución al Año Geofísico Internacional, que se daba lugar entre los años 1957 y 1958.

Sputnik 1




El 4 de octubre de 1957, la URSS lanzó con éxito el Sputnik 1, el primer satélite artificial en lograr ponerse en órbita, dando así comienzo a la carrera espacial. En la Unión Soviética, el lanzamiento del Sputnik y el subsiguiente programa de exploración espacial fueron vistos con gran interés por el público. En respuesta al Sputnik, Estados Unidos emplearía un enorme esfuerzo en mejorar su capacidad tecnológica y modernizar los planes de estudio con la esperanza de producir más científicos brillantes. A esta reacción se la conoce hoy en día como la crisis del Sputnik. Casi cuatro meses después del lanzamiento del Sputnik 1, el 1 de febrero de 1958, Estados Unidos consiguió lanzar su primer satélite, el Explorer 1. Durante ese tiempo se habían producido varios lanzamientos fallidos de cohetes Vanguard desde Cabo Cañaveral. Estos dos primeros satélites se utilizaron con fines científicos. Sputnik 1 ayudó a determinar la densidad de la atmósfera superior y los datos de vuelo del Explorer 1 llevaron al descubrimiento de James Van Allen de los cinturones de radiación terrestres.


Maqueta del Explorer 1.

Satélites de comunicaciones

El primer satélite de comunicaciones, el SCORE, lanzado el 18 de diciembre de 1958, retransmitió desde órbita un mensaje de Navidad pregrabado del presidente Eisenhower durante 12 días. Otros ejemplos importantes fueron: Telstar 1, Syncom 2, Molniya 1-1, Anik A1 y Westar 1.

Seres vivos en el espacio

Animales en el espacio

El primer animal que se puso en órbita fue la perra Laika, que viajó a bordo de la nave soviética Sputnik 2 en el año 1957. Laika murió de estrés y sobrecalentamiento poco después de llegar al espacio; no obstante, todavía no existía la tecnología para recuperarla de vuelta. En 1960, las perras Belka y Strelka orbitaron la Tierra a bordo de la cápsula soviética Sputnik 5 y consiguieron regresar con éxito. El programa espacial estadounidense importó chimpancés del continente africano y envió al menos a dos al espacio, siendo Ham el Chimpancé el primer homínido en viajar al espacio, en el año 1961. En junio de 1997, la Fuerza Aérea anunció que se desharía de sus últimos chimpancés mediante una subasta pública autorizada por el Congreso. Dos meses después de su transferencia un laboratorio de investigación de Nuevo México llamado The Coulston Foundation, la ONG Save the Chimps (Salva a los Chimpancés) inició un pleito para liberarlos, consiguiendo finalmente trasladarlos a un santuario del sur de Florida. En el año 1968, los soviéticos lanzaron la nave Zond 5, cuya misión consistió en orbitar la Luna y regresar a la Tierra. En su interior se encontraban tortugas, huevos de moscas de vino, plantas, bacterias y semillas.

Humanos en el espacio


Yuri Gagarin.

El 12 de abril de 1961, el soviético Yuri Gagarin se convirtió en el primer ser humano en llegar al espacio, en un vuelo orbital a bordo de la nave Vostok 1. Análogamente, el 5 de mayo de ese mismo año, 23 días después, Alan Shepard fue el primer estadounidense en llegar al espacio, realizando una trayectoria suborbital a bordo del cohete Mercury Redstone 3. El 20 de febrero de 1962, el estadounidense John Glenn pasó a ser el tercer ser humano en llegar al espacio y el segundo en orbitar la Tierra, completando tres órbitas a los mandos de la nave Friendship 7.

John Glenn.

Entre los días 11 y 15 de agosto de 1962, la Unión Soviética realizó la primera misión con dos humanos en órbita, en sendas cápsulas Vostok 3 y Vostok 4, separadas entre sí unos pocos cientos kilómetros. El 16 de junio de 1963, la soviética Valentina Tereshkova se convirtió en la primera mujer en llegar al espacio a bordo de la Vostok 6. El ingeniero jefe soviético Koroliov había planeado más misiones Vostok de mayor duración. Sin embargo, tras el anuncio del Programa Apolo por parte de Estados Unidos, el primer secretario Nikita Jrushchov demandó más primeros puestos para los soviéticos. El 12 de octubre de 1964, la Unión Soviética lanzó la Vosjod 1, tripulada por los cosmonautas Komarov, Feoktistov y Yegorov, la primera que llevaba a bordo más de un tripulante, la primera en la que no se llevaron trajes espaciales y la primera en llevar a un ingeniero o físico al espacio. El 18 de marzo de 1965, Alexei Leonov llevó a cabo el primer paseo espacial en la Vosjod 2, con algunos fallos durante la misión. Leonov tuvo serias dificultades para entrar de nuevo en la cápsula, ya que su traje se había inflado. Además, la nave aterrizó a 1600 kilómetros de su objetivo debido a una deficiencia en el retropropulsor. En 1964, Jrushchov abandonó su cargo, pasando el testigo a un nuevo liderazgo menos comprometido con la consecución de hitos.

Misiones lunares



Fotografía de la luna y la tierra desde Apolo 8.

A pesar de los logros tecnológicos y políticos de ambas superpotencias, el clima ideológico entre estos países aseguró que la carrera espacial continuaría al menos hasta que el primer humano caminara sobre la Luna. Para lograrlo, en un primer momento enviaron naves no tripuladas para explorar la Luna y demostrar la capacidad de alunizar de forma segura.

Sondas no tripuladas

El 4 de enero de 1959, el programa Luna soviético arrancó con el lanzamiento de la sonda Luna 1, convirtiéndose en la primera sonda en llegar a la Luna. Tras el éxito soviético de colocar el primer satélite en órbita, Estados Unidos impulsó el programa Pioneer para enviar una sonda a la Luna. Entre los años 1958 y 1960, enviaron nueve sondas lunares, con escasa tasa de éxito. Además del programa Pioneer, los estadounidenses crearon los programas Ranger, Lunar Orbiter y Surveyor, con el objetivo de buscar lugares de alunizaje potenciales para el futuro programa Apolo.

Los alunizajes

Aunque los soviéticos ganaron a los estadounidenses en casi todos los hitos de la carrera espacial al inicio, no fue así a la hora de posar un humano en la Luna. Tras los primeros éxitos soviéticos, el gobierno estadounidense presentó el programa Apolo. Con él, se prometía defender los programas sociales, con beneficios económicos en varios estados clave para la siguiente legislatura, además de los técnicos y científicos, y la defensa un proyecto más cercano al ámbito militar, cerrando la brecha de los misiles reclamada por Kennedy durante las elecciones de 1960 mediante un uso doble de la tecnología. Después de que Johnson se convirtiera en presidente en 1963, su apoyo continuado permitió el éxito del programa Apolo. Kennedy y Johnson consiguieron cambiar la opinión pública: en 1965, el 75% de los estadounidenses apoyaban el programa Apolo, en contraste con el 62% de 1963. La URSS mostró una mayor ambivalencia sobre el envío de misiones tripuladas a la Luna. El líder soviético Nikita Jrushchov no quería ni ser vencido por otra potencia, pero tampoco asumir los gastos de un proyecto tan costoso. En octubre de 1963, afirmó que la Unión Soviética «no planeaba en la actualidad ningún vuelo de cosmonautas a la Luna», al tiempo que añadía que no habían abandonado la carrera. Un año después, la URSS se comprometió a intentar dos alunizajes, el primero sin tripulación y el segundo con ella. Las sondas sin tripular soviéticas llegaron a la Luna antes que cualquier nave de Estados Unidos. No obstante, el 20 de julio de 1969, el estadounidense Neil Armstrong se convirtió en la primera persona en caminar sobre la superficie lunar, tras haber alunizado el día anterior. Como comandante de la misión Apolo 11, Armstrong recibió apoyo del piloto del módulo de comando Michael Collins y del piloto del módulo lunar Buzz Aldrin, en un evento presenciado por 700 millones de personas en todo el mundo. Los cronistas sociales reconocen ampliamente este alunizaje como uno de los momentos más relevantes del siglo XX y las palabras de Armstrong al poner el primer pie sobre la superficie de la Luna se han hecho igualmente memorables. En 1970, la sonda soviética Lunojod 1 logró posarse sobre la Luna. Su finalidad principal era investigar el suelo lunar. La energía de la sonda provenía de un panel solar durante el día lunar que almacenaba energía para la noche lunar, durante la cual se ayudaba de un reactor nuclear incorporado al vehículo. Lunojod 1 se controlaba desde la Tierra y el mayor problema al que se enfrentaba el controlador era el retardo de la señal, con un refresco de la imagen cada 5 segundos. La URSS incorporaría algunas mejoras al Lunojod 1 y mandaría una nueva versión en 1973, la sonda Lunojod 2.

Otros logros de la carrera espacial

Misiones a otros planetas

La Unión Soviética fue la primera en enviar sondas planetarias a Venus y a Marte, en 1960. Los días 19 y 20 de mayo de 1961, la cápsula Venera 1 sobrevoló Venus a unos cien mil kilómetros de distancia, sin ser capaz de transmitir datos. El 14 de diciembre de 1962, la nave estadounidense Mariner 2 fue la primera en sobrevolar Venus con éxito. Envió datos sorprendentes sobre la alta temperatura de la superficie y la densidad del aire de Venus, aunque no llevaba cámaras consigo. La sonda Venera 7 soviética, lanzada en 1971, fue la primera en mandar datos desde la superficie de Venus. En 1975, Venera 9 transmitió las primeras imágenes de la superficie del propio Venus. El resto de sondas del programa Venera también realizaron operaciones de sobrevuelo y aterrizaje. Por su parte, Estados Unidos lanzó la Mariner 10 en 1974, que sobrevoló sobre Venus en su trayectoria hacia Mercurio. Se convirtió en la primera nave en sobrevolar Mercurio, un hito que no se repetiría hasta el lanzamiento en 2004 de la sonda Messenger. Los viajes a Marte comenzaron en 1962, con el lanzamiento de la sonda soviética Mars 1. El día 19 de junio de 1963, la nave pudo aproximarse hasta una distancia aproximada de 193 000 kilómetros, sin conseguir enviar datos. La cápsula estadounidense Mariner 4, lanzada en 1965, fue la primera sonda en sobrevolar y fotografiar Marte con éxito, causando sorpresa con las imágenes transmitidas. Mars 2 y Mars 3, lanzadas en 1971, lograron posarse sobre la superficie de Marte, la primera de forma abrupta y la segunda se estropeó a los 20 segundos de aterrizar suavemente, por lo que no consiguieron enviar datos. Sí lo lograron en 1976 las sondas estadounidenses Viking 1 y Viking 2, que transmitieron las primeras imágenes del planeta. Estados Unidos logró ser el primero en sobrevolar los planetas exteriores del Sistema Solar. La sonda Pioneer 10 sobrevoló Júpiter con éxito en 1973, la Pioneer 11 se aproximó a Saturno en 1979 y la Voyager 2 realizó los primeros sobrevuelos de Urano y Neptuno, en 1986 y 1989, respectivamente.

Lanzamientos y acoplamientos

El 15 de diciembre de 1965, tuvo lugar el primer encuentro espacial entre las naves Gemini 6 y Gemini 7, ambas estadounidenses. Su sucesora, la Gemini 8, realizó el primer acoplamiento espacial con el vehículo Agena el 16 de marzo de 1966. El 30 de octubre de 1967, el primer acoplamiento espacial realizado de forma automática involucró a las naves soviéticas Cosmos 186 y Cosmos 188, dos cápsulas Soyuz no tripuladas. El primer lanzamiento desde el mar tuvo lugar con el cohete sonda estadounidense Scout B, el 26 de abril de 1967, lanzado desde la base italiana de San Marco. La primera estación espacial, la soviética Salyut 1, comenzó sus operaciones el 7 de junio de 1971.

Competencia militar

La campaña para desarrollar la tecnología espacial para usos militares siguió en paralelo los esfuerzos científicos de la carrera espacial. Antes del lanzamiento del Sputnik 1, tanto Estados Unidos como la Unión Soviética empezaron a desarrollar planes para lanzar satélites de observación terrestre con misiles ICBM. La nave soviética Zenit tenía un diseño similar a la Vostok y su misión principal consistía en la observación del territorio estadounidense y europeo. Compitió con la serie Discoverer de los servicios de inteligencia estadounidenses. El 10 de agosto de 1960, la misión Discoverer 13 supuso la primera reentrada y recuperación exitosa del espacio de una cápsula —nueve días antes de la primera recuperación soviética de la cápsula Sputnik 5— con las películas de fotografías tomadas sobre territorio enemigo. Tanto Estados Unidos como la Unión Soviética desarrollaron importantes programas espaciales militares. A menudo seguían un patrón por el cual Estados Unidos solo llegaba a completar maquetas, mientras que los soviéticos construían e incluso ponían en órbita su programa análogo. La Fuerza Aérea estadounidense propuso utilizar el misil ICBM Titán para lanzar el planeador hipersónico Dyna-Soar, con el fin de interceptar satélites enemigos, en el primer plan para el desarrollo de un programa espacial de la Iniciativa de Defensa Estratégica. Los planes para este vehículo se reemplazaron por los del laboratorio orbital tripulado, utilizando hardware basado en el programa Gemini para llevar a cabo misiones de vigilancia, pero este también quedó cancelado. La URSS encargó el programa Almaz para una estación espacial militar tripulada similar, que se fundió con el programa Salyut, la estación militar Polyus se quedó solamente como un proyecto.

El final de la carrera espacial

La NASA tenía planes ambiciosos con los que dar continuidad a la exploración espacial tripulada, una vez alcanzasen la Luna. Sin embargo, pronto descubrieron que ya habían consumido la mayor parte del capital político del que disponían para hacerlo. En el año 1969, el presidente Richard Nixon percibía una pérdida de apoyo político para un nuevo programa al estilo del Apolo, que había disminuido notablemente con el primer alunizaje. Buscó relajar la tensión con la Unión Soviética y con China y recortó el presupuesto de la NASA para dedicarlo prácticamente por completo al desarrollo del transbordador espacial. Al Apolo 11 le siguieron otras seis misiones tripuladas a la superficie lunar, todas exitosas a excepción del Apolo 13, cuyos fallos durante el vuelo impidieron alunizar a la tripulación, en abril de 1970. En el año 1972, el programa Apolo concluía así con la misión Apolo 17, ya que los recortes presupuestarios obligaron a la agencia a cancelar la misión Apolo 18. La opción de llevar a cabo las misiones Apolo 19 y 20 ya había sido abandonada tras las restricciones presupuestarias de 1971. En el año 1973, se lanzó la estación Skylab 1, construida en órbita a partir de una etapa superior del cohete Saturno V. Por su parte, la Unión Soviética pasó a centrar sus esfuerzos en el desarrollo de estaciones espaciales en órbita terrestre. En 1971 lanzó la primera de la historia, un laboratorio en órbita llamado Salyut 1. El programa Salyut continuó hasta 1986, sentando las bases para la creación de futuras estaciones compuestas por varios módulos como la Mir y la Estación Espacial Internacional. En el año 1975, Estados Unidos y la Unión Soviética participaron en un programa conjunto llamado Apolo-Soyuz, donde la nave soviética Soyuz 19 y la estadounidense Apolo atracaron por sus bases, permitiendo a los astronautas pasar a la nave contraria y participar en experimentos conjuntos. A partir de entonces, la carrera espacial fue perdiendo importancia. A principios de los 80, el nacimiento de la Iniciativa de Defensa Estratégica por parte del presidente estadounidense Ronald Reagan intensificó más la competencia, que solo se resolvió con la disolución de la Unión Soviética en 1991.

Referencias

• Brzezinski, Matthew.: “Red Moon Rising: Sputnik and the Hidden Rivalries that Ingnited the Space Race”. (2007).

• Bilstein, Roger E.: “Stages to Saturn: A Technological History of the Apollo/Saturn Launch Vehicles”. (1996).

• Cornwell, John.: “Hitler's Scientists: Science, War, and the Devil's Pact”. (2003).

• Cadbury, Deborah.: Space Race: The Epic Battle Between America and the Soviet Union for Dominance of Space”. (2006).

Fotografías: Créditos a quien corresponda.


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