CONSECUENCIAS DE LA GUERRA DE LAS MALVINAS.

  En este capítulo se exponen algunos ejemplos de las desastrosas consecuencias del conflicto. Principalmente, son las consecuencias sociales las que más perduran actualmente. En mí opinión, ignorarlo es repugnante...
Ernesto Russo.


Cementerio argentino.


Las consecuencias de la guerra de las Malvinas comprenden las conclusiones o secuelas que, como corolario, derivaron de este conflicto bélico. En líneas generales se las divide en consecuencias políticas, militares y sociales. 

Consecuencias militares

La Guerra de las Malvinas reveló que en entornos costeros, la guerra aeronaval no había variado gran cosa desde la Segunda Guerra Mundial. La mayoría de buques hundidos se perdieron a manos de aviones realizando «pasadas» con bombas, cohetes y cañones. Esto condujo a la implementación de poderosos medios de defensa terminal antiaérea en los buques de las siguientes décadas. 

• El misil ya era un arma apreciada en 1982, pero a partir de ese momento adquirió una relevancia enorme tanto en sus variantes aéreas como de superficie. En particular, la letal eficacia demostrada por los Exocet en lucha antibuque como la demostrada por los Sidewinder en combate aéreo influyó decisivamente en la mentalidad militar mundial. Todos los buques de guerra posteriores a 1982 llevan algún tipo de defensa antimisil, aunque esta nunca se haya demostrado demasiado efectiva.

• Se puso en evidencia que el concepto de «proyección de fuerza» era especialmente válido, pues pueden producirse conflictos imprevistos que no se libren en las inmediaciones del propio territorio o países aliados.

• Quedó nítidamente demostrada la eficacia de los submarinos modernos a la hora de contener a una flota enemiga. La carencia de submarinos modernos por parte de Argentina y su disponibilidad por parte del Reino Unido fue decisiva para otorgar a este último el dominio del mar.

• La vulnerabilidad de los buques británicos frente a los ataques aéreos por parte de la aviación argentina resultaron en una dura enseñanza no solo para el Reino Unido, sino para casi todas las fuerzas navales del mundo, que vieron la necesidad de modernizar los radares y las defensas misilísticas de sus buques con nuevas protecciones como el sistema de defensa en zona.

• Se demostró que aviones de caza modernos subsónicos pero con electrónica de punta (medidas, contramedidas electrónicas y misiles aire-aire) y pilotos bien preparados (Harrier británicos) eran superiores sobre aviones de caza supersónicos de alta velocidad pero con una electrónica más antigua y misiles de primera generación Matra 530 y Magic I (Mirage argentinos).

• El conflicto dejó a las Fuerzas Armadas argentinas completamente debilitadas tanto en sus equipos, como en el personal y en su moral. Perdió supremacía en la región y con una desprestigiada cúpula militar, las inversiones y gastos militares fueron anulados hasta el presente, ya que los sucesivos gobiernos fijaron como política de estado no tener hipótesis de conflictos y resolver todo por vía diplomática.

• Quedó establecido que la superioridad de entrenamiento de los recursos humanos es decisiva para la victoria. Fue el principio del fin de los ejércitos de recluta obligatoria, un proceso de desaparición aún en curso, y el disparadero de los ejércitos profesionales de voluntarios altamente especializados. Dicho en otras palabras: se pudo comprobar que era mucho más efectivo contratar tropas profesionales como hizo Gran Bretaña, que mantener un ejército regular sobre la base de reclutas de un servicio militar obligatorio. 



Cementerio británico.

Consecuencias políticas

Ya de desde antes de la guerra el proceso de Reorganización Nacional atravesaba por una inestabilidad política por la situación económica desde 1981 con las “renuncias” de Jorge Rafael Videla y Roberto Eduardo Viola, tras la derrota en la guerra solo empeoró aun más la imagen pública hacia el régimen (Que por las noticias manipuladas creían estar ganando la guerra) y el país llegó a tener entre el 17 de junio a 1 de julio de ese año un total de tres dictadores (Galtieri, Saint-Jean, Bignone). Galtieri fue “tirado por la borda” después de dar un discurso sobre la rendición de Argentina (día 15 de junio). Mientras tanto, frente a la Casa Rosada ocurrió un fuerte disturbio entre la policía federal y una gran multitud enojada gritando: “La Junta Militar la vergüenza nacional” y “rendición es traición”, “¡Galtieri, cagón salí al balcón!”. La tarde del 16 de junio se le informo a Leopoldo Galtieri que varios generales pidieron su renuncia, el caminando en calzoncillos exclamo enojado “Cómo me van a hacer esto a mí”. El golpe de palacio ocurrió y con la posterior asunción de Bignone se anunció el retorno a la democracia para el siguiente año.

Supuesto uso de armamento nuclear

En 2003, el Reino Unido reconoció que su flota durante la Guerra de las Malvinas había contado con cargas de profundidad nucleares, si bien el ministro británico de defensa confirmó que esos navíos no estuvieron próximos de la zona del conflicto. Independientemente, el entonces presidente argentino Néstor Kirchner exigió que el Reino Unido presentara disculpas a la Argentina por “el lamentable y monstruoso acto” de desplegar armas nucleares en sus buques de guerra. La publicación del libro "Rendez-vous: The Psychoanalysis of Francois Mitterrand", de Ali Magoudi, psicoanalista de Mitterrand, que salió a luz diez años después de la muerte del mismo, causó revuelo. En el libro se afirma que Thatcher amenazó con el uso de armas nucleares a menos que Francia cediera al Reino Unido los códigos de los misiles Exocet. Estos misiles los compró Argentina a Francia y fueron utilizados con éxito en el conflicto. Las afirmaciones del libro de Magoudi nunca fueron confirmadas por fuentes oficiales británicas o francesas. Otros informes incluso desmienten la existencia de ese tipo de códigos.

La información clasificada

En el año 2005, en el programa Informe Especial salió a luz el apoyo que Chile le prestó al Reino Unido. Uno de los miembros de la Junta Militar de Chile, el General Fernando Matthei, afirmó que Chile apoyó al Reino Unido. Aviones británicos con insignias chilenas sobrevolaban la Patagonia chilena y usaban bases chilenas como centros de operaciones. Además un gran número de soldados chilenos se trasladaron al sur de Chile a las fronteras, alarmando a la plana mayor de las fuerzas argentina, obligándola a redirigir tropas hacia la cordillera andina. Según autoridades militares de Chile, se tomó la decisión de ayudar al Reino Unido pues aún mantenía su país una hipótesis de conflicto con el vecino trasandino a raíz de una disputa limítrofe en los territorios australes, diferendo el cual, bajo el auspicio de una mediación papal, se encontraba en esos momentos en avanzadas negociaciones diplomáticas en vistas a una solución negociada de la disputa. Se especulaba que una victoria argentina en Malvinas daría nuevos aires a los partidarios de una «solución bélica» también para el caso del Beagle, por el cual ambos países estuvieron a pocas horas de una guerra en 1978. Perú, gobernado en esos años por Fernando Belaúnde Terry, fue uno de los pocos aliados de Argentina que la apoyó abiertamente durante el conflicto, no sólo diplomáticamente, también movilizó su flota naval a la frontera con Chile, con el propósito de neutralizar el movimiento militar chileno a la Patagonia. Las fuerzas armadas peruanas estaban listas para entrar en acción si Chile tomaba parte en el conflicto. En el año 2009 el comandante de la Fuerza Aérea Argentina de entonces, brigadier Basilio Lami Dozo en entrevista al diario La Nación Mundo reconoció que las intenciones de la plana mayor del ejército argentino era invadir Chile una vez acabada la invasión sobre las islas Malvinas/Falkland. Lami Dozo aseguró que nunca dio el respaldo de la Fuerza Aérea a la posición belicista sostenida por un grupo de “halcones” en el Ejército y toda la Marina, y que su posición era solicitar la mediación papal. “Yo no tenía la certeza de ganar. Les dije a los del Ejército que (las fuerzas armadas chilenas) nos iban a dar una cachetada de entrada y llegarían a Río Gallegos (2800 km al sur). Ahí sí, la Argentina, que era mucho más potente, los volvería despaciosamente hasta la cordillera. Eso iba a costar mucho dinero y vidas”.

Consecuencias sociales

Asistencia a los veteranos de guerra tras el conflicto de 1982

Acciones de reconocimiento del Estado

La primera acción legislativa confeccionada para tratar los problemas de reconocimiento de los veteranos, se aprobó el 30 de septiembre de 1984 durante el mandato de Alfonsín. Esta ley, la 23109/848, fue llamada “Beneficios a excombatientes y cubría a “ex soldados conscriptos que participaron de acciones bélicas desarrolladas en el Atlántico Sur entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982” (artículo 1). Al sancionarse esta primera ley, los beneficios que esta establecía no habían quedado muy claros. Como consecuencia, en 1988 se sancionó un decreto, el decreto 509/88, donde el nombramiento fue más específico. La Ley 23.109 considera Veterano de Guerra a los exsoldados que desde el 2 de abril al 14 de junio de 1982 participaron en las acciones bélicas desarrolladas en el Teatro de Operaciones del Atlántico Sur, cuya jurisdicción fuera determinada el 7 de abril de dicho año y que abarcaba la plataforma continental, las Islas Malvinas, Georgia y Sandwich del Sur y el espacio aéreo correspondiente. Este decreto estableció tres conceptos fundamentales para poder ser llamado veterano, la fecha, la jurisdicción del Teatro de Operaciones del Atlántico Sur y las acciones bélicas. Además, este decreto determinó que los cuadros militares no serían considerados veteranos. El decreto nombrado con antelación fue modificado en octubre de 1989 durante el mandato de Menem, quién extendió a los hombres la capacidad de acceder a estos beneficios ( ej: obras sociales y pensiones vitalicias), incluyendo a los oficiales y suboficiales. 

Beneficios para los veteranos de guerra argentinos

Desde la finalización del Conflicto del Atlántico Sur de 1982, los diferentes niveles de la administración pública nacional, provincial y municipal de la República Argentina, han ido sancionando una gran cantidad de normas que otorgaron distintos tipos de condecoraciones, reconocimientos, becas de estudio, pensiones, subsidios, exenciones, créditos, bonificaciones, suplementos, jubilaciones, prioridades, coberturas sociales, y planes de salud, vivienda y trabajo para los veteranos de la Guerra de las Malvinas y sus familiares. La legislación argentina llama «Veterano de Malvinas» a todo el personal de oficiales, suboficiales y soldados de las Fuerzas Armadas y de Seguridad que hayan participado en las acciones bélicas llevadas a cabo en las jurisdicciones del TOM y del TOAS, y civiles que se encontraban cumpliendo funciones de servicios y/o apoyo en donde se desarrollaron las acciones. 

• TOM (Teatro de Operaciones Malvinas): vigencia: desde el 2 de abril de 1982 hasta el 7 de abril de 1982. Jurisdicción: Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur.

• TOAS (Teatro de Operaciones del Atlántico Sur): vigencia: desde el 7 de abril de 1982 hasta el 14 de junio de 1982. Jurisdicción: Plataforma Continental, Islas Malvinas, Georgias, Sandwich del Sur y el espacio aéreo y submarino correspondiente.

En todos los casos, el Ministerio de Defensa de la Nación es el organismo encargado de certificar la condición de Veterano de Guerra, a través de los comandos de las respectivas Fuerzas Armadas y de Seguridad. Tal certificado es indispensable para tramitar cualquier beneficio de carácter nacional, provincial o municipal. Cabe aclarar que el personal que sólo permaneció en el territorio continental durante la guerra de 1982, no estuvo ni en el TOM, ni en el TOAS, y para la legislación argentina no es veterano; aunque haya sido movilizado y/o convocado al sur del paralelo 42.

Soldados continentales no considerados como veteranos de guerra

Durante la guerra de Malvinas de 1982, muchos soldados en el continente cumplieron diversas misiones de apoyo a los combatientes en las islas. La Armada Argentina no considera como veteranos a más de diez mil marineros que participaron en diversas misiones de apoyo durante el conflicto, de la misma forma que el Ejército Argentino lo hace con diez mil soldados que cumplieron misiones custodiando la Patagonia, así como en Tierra del Fuego, tampoco son considerados como veteranos y son denunciados como «falsos ex combatientes». No obstante, el 30 de septiembre de 1994, el Consejo de Oficiales Superiores de la Armada recomendó considerarse como «veteranos de Malvinas» a las tripulaciones del Portaaviones Veinticinco de Mayo, los destructores Hércules, Santísima Trinidad y Comodoro Py, las corbetas Drumond y Granville, los buques Punta Médanos, Cabo San Antonio, Gurruchaga, Somellera, los petroleros Campo Durand, Puerto Rosales y Río Cincel, los transportes Mar del Norte y Córdoba y los pesqueros María Alejandra y Constanza. Por orden de Menem, se excluyó a toda persona que ocupó posiciones en el territorio argentino, es decir que toda persona que no pisó las Malvinas, fue excluida del término veterano. Un ejemplo son los hombres que manejaban la base aérea de Puerto Belgrano.

Incidentes confirmados y no confirmados

Los primeros argentinos muertos después de la recuperación de las Islas Malvinas y de la Isla San Pedro (Georgias del Sur), fueron los tripulantes de un helicóptero Bell UH-1H. Algunos expertos sostienen que podrían haber sido muertos a manos de los comandos británicos a los que fueron a interceptar en la zona de Caleta Olivia. En 2012, el coronel británico Richard Hutching en su libro “Special Forces Pilot: A Flying Memoir Of The Falklands War” dijo que la muerte de 15 soldados argentinos en el continente fue producto de operaciones de los comandos británicos. “Tengo copias de los registros oficiales de los militares argentinos, incluidos los registros de incidentes y he verificado estos y otros relatos, incluyendo combates entre los argentinos y las fuerzas especiales británicas en varios lugares», dice Hutching. Sin embargo los escépticos como el Centro de Ex Combatientes Islas Malvinas de La Plata (CECIM) dicen que esa hipótesis no ha sido corroborada, que tiene poco sustento y que la causa de la muerte de esos hombres oficialmente es adjudicada a un accidente. No obstante, en las recientemente publicadas memorias del exTeniente Coronel Ewen Southby-Tailyour, “Exocet Falklands: The Untold Story of Special Forces Operations” (Pen & Sword, 2014), el autor revela cómo el Escuadrón Especial de Botes (Special Boat Squadron o SBS) del Mayor Jonathan Thomson estuvo involucrado en el plan de ataque (Operación Kettledrum) contra Puerto Deseado (a 190 kilómetros de Caleta Olivia) que quedó finalmente abortado el 3 de junio. El 1 de mayo, mientras la aviación británica atacaba el aeropuerto de Puerto Argentino, en el Diario de Guerra del Liceo Militar se anotaba: “01 1030 Mayo 82. Se detectó 2 (dos) submarinos en dirección a Caleta Olivia”. Luego se ordenó el rastrillaje de Puerto Deseado con el Regimiento de Caballería de Tanques 9 General José Gervasio Artigas, y quedaron apostados en Comodoro Rivadavia el Regimiento de Caballería de Tanques 8 Cazadores General Necochea y el Regimiento de Infantería 1 Patricios y la Compañía de Ingenieros 3 quedó cubriendo Caleta Olivia. Durante la noche de 1 al 2 de mayo, el portaaviones ARA Veinticinco de Mayo acompañado por los destructores Hércules y Santísima Trinidad se dispuso a atacar la flota británica, con once cazabombarderos navales A-4Q Skyhawk armados con bombas “Snakeye” para bombardeo a baja altura, pero la falta de viento y el mal tiempo obligó al comandante del portaaviones, Capitán de Navío José Sarcona ordenar el regreso a Puerto Belgrano. En la noche del 16 al de 17 de mayo, según el capitán de navío Eugenio L. Facchin y el coronel José L. Speroni, un submarino no identificado intentó dejar varios comandos en la base de Río Grande, siendo repelido por fuego del destructor ARA Hipólito Bouchard protegiendo la base aérea. El comodoro Rubén O. Moro, autor del libro Historia del Conflicto del Atlántico Sur, dice que murieron cerca de 20 de los comandos atacantes en la operación. El entonces Mayor Ewen Southby-Tailyour (veterano de la Brigada de Comandos 3) dice que para esta fecha ocho hombres de la Tropa 6 del “capitán Andrew Lawrence” del Servicio Aéreo Especial, ya estaban planteados en Tierra del Fuego como parte de Operación Plum Duff, esperando la llegada de refuerzos que vendrían de la Isla de Ascensión. El ex espía del M16 británico Nigel West en su libro The Secret War for the Falklands revela que 65 comandos del Escuadrón B (comandados por el Mayor John Moss) del SAS (Special Air Service) como parte de la Operación ‘’Mikado’’, tenían planeado aterrizar en dos aviones de transporte Hércules, pintados con escarapelas argentinas en sus fuselajes, para destruir los aviones Super Etendard en la base aeronaval de Río Grande pero que la vanguardia del Escuadrón B tuvieron que dirigirse a las apuradas hacia Punta Arenas en Chile cuando su helicóptero fue descubierto por los radaristas a bordo del destructor ARA Bouchard (D-26), como consecuencia Mikado quedó abortada. El 18 de mayo, un helicóptero británico Sea King habría sido baleado al sobrevolar posiciones de los soldados del Regimiento 24 destacados cerca de Río Gallegos. «Mi unidad entró en combate el 17 de mayo de 1982 en Punta Loyola», recuerda Jorge Eduardo Abregu, quien pertenecía al Regimiento de Infantería 24. «El 18 de mayo entraron en combate de nuevo, y ahí mataron a un compañero mío, reconocido como héroe nacional caído en combate, afirma”. El día siguiente, la guarnición de Comodoro Rivadavia es puesta en alerta máxima. «Fue una de las alertas rojas más grandes que hubo», recordó Marcelo Díaz, quien integraba el Regimiento de Infantería 1. «A la mañana, ya con la luz del día, se encontraron cuatro o cinco gomones en la costa. Había gente que había desembarcado. A los cinco días se encontraron cuatro o cinco personas que eran ingleses, vestidos de civil, de traje y corbata, con maletines que adentro tenían armas», agregó. Luego fue establecido que otros comandos británicos tenían como misión de desembarcar en Río Gallegos (a 261 kilómetros de Río Grande) para tomar el Hotel Santa Cruz y matar a los pilotos de los cazabombarderos Skyhawk, Mirage y transportes Hércules mientras dormían, para prevenir la persecución de los vehículos y/o los Hércules o helicópteros de rescate después del ataque principal en la Base Aeronaval Almirante Hermes Quijada en Tierra del Fuego pero esta misión también quedó frustrada. 

Otras consecuencias

El curso de los violentos combates ha afectado a los Veteranos del lado argentino, muchos de los cuales han sufrido de manera similar trastornos psiquiátricos, abuso de drogas y alcohol y agitación social. La cifra actual de suicidios argentinos es de 454. Por parte británica hubo 264 suicidios, y muchos enfermos emocionalmente marcados e imposibilitados para trabajar, inmersos en la dislocación social, el alcoholismo y la depresión. Los veteranos han sufrido trastornos de personalidad prolongados, flashbacks y ansiedad que a veces alcanza niveles patológicos.

Referencias

• aposmalvinas.com.ar. «Definición de ex combatiente, héroe y condecorado».

• “Malvinas: Relatos de Soldados”. Martín Antonio Balza, p. 31, Círculo Militar, 1986.

• «Malvinas y el “Código de honor”. Fernando Cangiano. Izquierda Nacional.

• Malvinas: A Sangre y Fuego, Nicolás Kasanzew, Editorial Abril, 1982.

• Los Chicos de la Guerra: “Hablan los soldados que estuvieron en Malvinas”. Daniel Kon, p. 179, Editorial Galerna, 1982.

• «Malvinas: submarinos ingleses y misiones secretas en Santa Cruz. Por Alberto Amato».

• Argentina’s Falklands War Veterans. ‘Cannon Fodder in a War We Couldn’t Win’. Jens Glüsing.

Fotografías: crédito a quien corresponda.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

MUJERES EN LA GUERRA DE MALVINAS

ESCUADRÓN FÉNIX.

ESTRATEGIA DE LAS ARMAS NUCLEARES.