25 DE MAYO: UN DÍA NEGRO PARA LOS BRITÁNICOS.

 En este capítulo de investigación, básicamente se resume de forma particular y breve la heroica y peligrosa actuación de la Fuerza Aérea Argentina y el COAN hace 41 años sobre poderosas unidades navales británicas.
Ernesto Russo.



Hundimiento del Coventry



Ataques aéreos del 25-05-1982.


El 25 de mayo de 1982 (el Día nacional argentino), el Coventry recibió la orden de posicionarse en el Estrecho de San Carlos, acompañado por la HMS Broadsword. Su labor era atraer los aviones argentinos y alejarlos de la flota de invasión que estaba en aguas de la Bahía San Carlos. En esta posición, cerca de la tierra, sin mucho mar entre el barco y tierra, sus misiles Sea Dart podrían ser menos efectivos. La HMS Broadsword estaba armado con misiles Sea Wolf que son antiaéreos de corto alcance y antimisil. Al principio, la trampa funcionó, y el A-4B Skyhawk C-244 del Grupo 5 de Caza fue derribado al norte de la Isla Borbón por un Sea Dart. El Piloto Capitán Hugo Ángel del Valle Palaver murió. Más tarde un A-4C Skyhawk, el C-304 del Grupo 4 de Caza desplegado en San Julián fue derribado al norte de la Isla Pebble por otro Sea Dart mientras retornaba de una misión en la Bahía de San Carlos. El Capitán Jorge Osvaldo García se eyectó sin novedad pero no se recuperó desde el Océano. Su cuerpo fue encontrado en una playa de la Isla Golding en 1983. El compañero de García también fue derribado durante la incursión sobre San Carlos, por un misil Sea Cat del HMS Yarmouth (también fue reclamado por varios otros en el área incluyendo una batería de misiles Rapier), pero fue afortunado, y se eyectó para ser capturado, enfrente de varios grupos de periodistas acreditados. Los dos barcos inmediatamente se encontraron bajo ataque de parte de A-4 Skyhawk de la Fuerza Aérea Argentina, con dos aviones que transportaban bombas de 454 kg. Esta carga fue posible debido a la proximidad de los dos barcos británicos a la Argentina continental. Los cuatro Skyhawk volaban tan bajo que el radar del HMS Coventry no pudo distinguir entre ellos y la tierra, fallando en fijarlos. El HMS Broadsword trató de hacer blanco en el primer par de atacantes (capitán Pablo Carballo y teniente Carlos Alfredo Rinke) con su sistema de misiles Sea Wolf pero su sistema de rastreo se cayó durante el ataque, y no pudieron encenderlo antes del lanzamiento de las bombas. De las bombas liberadas, una rebotó en el mar y golpeó la cubierta de vuelo del HMS Broadsword pero no explotó, destrozando el helicóptero del buque, un Westland Lynx. El HMS Coventry afirmó haber alcanzado el segundo Skyhawk (capitán Pablo Carballo) en la cola con fuego de armas ligeras, sin embargo retornó sin novedad al continente. De hecho, el avión de Carballo fue alcanzado debajo del ala derecha por una pieza de metralla. Un segundo par de Skyhawk (primer teniente Mariano Ángel Velasco y alférez Jorge Nelson Barrionuevo), se dirigieron hacia el HMS Coventry 90 segundos más tarde a un ángulo de 20° a la proa. Sin lograr fijar sus misiles, el Coventry lanzó un Sea Dart en un intento de distraerlos y viró rápidamente en un intento de disminuir su perfil. En el HMS Broadsword se había vuelto a prender el sistema Sea Wolf y estaba listo para fijar los blancos, pero no pudo disparar porque el HMS Coventry había virado colocándose directamente en la línea de fuego. El HMS Coventry usó su cañón de 4.5 pulgadas y armas ligeras contra los blancos atacantes. Los cañones Oerlikon 20 mm fueron perturbados, dejando al barco sólo con la defensa de armas livianas y ametralladoras. El HMS Coventry fue impactado por dos bombas debajo de la línea de flotación por el lado de babor. Una de las bombas explotó dentro de la sala de computadoras, destruyendo la sala de operaciones contigua, incapacitando a su plana mayor. La otra entró a la sala de motor delantero, explotando debajo del comedor donde estaba localizada la estación de primeros auxilios y el barco comenzó inmediatamente a escorarse a babor. El último impacto causó daño crítico como romper la barrera cortafuegos entre el motor anterior y posterior, exponiendo todo el buque a los incendios. Dado el diseño del buque, con múltiples compartimientos a prueba de agua, estos impactos comprometieron completamente su supervivencia. En 20 minutos, el HMS Coventry había sido abandonado y totalmente escorado. Diecinueve marinos de su tripulación perecieron y 30 heridos. El HMS Coventry se hundió poco después de esto.


          Ataque a la HMS Broadsword.

Testimonios
“Como en el ajedrez, se sacrifican piezas para el jaque mate final. Yo iba ser una de esas piezas. Sabía cuándo despegaban de las pistas en Argentina. Cuántos aviones, el tipo de aviones, los nombres de los pilotos y a qué blanco se dirigían”.
David Hart Dyke, capitán del Coventry.

“Las vimos a unos 35 km de distancia, a unos dos minutos de vuelo, maniobrando de manera frenética en el horizonte. Era un final que se aproximaba, ya sea de ellos o nuestro. Era el pasa o no pasa. No había vuelta atrás. Nosotros con nuestros avioncitos a todo o nada contra la fragata. Sentíamos el fuego bastante nutrido y la fragata se desplazaba rápidamente hacia nuestra derecha, lo que nos obligó a hacer un suave viraje en esa dirección para no perderla de la mira. No habíamos tenido la posibilidad de practicar el tipo de tiro contra un barco en movimiento lateral. Hicimos una corrección final y, finalmente, antes de pasar por arriba de la fragata, disparamos según la puntería de cada uno”.
Carlos Rinke.

“Como venía muy bajo—lo que daba el cuero—, al virar tuve que ascender levemente y bajar de nuevo. El Coventry maniobraba frenético con una agilidad increíble, a unos 400 ó 500 metros de la Broadsword, cuando observo un fogonazo que emerge del destructor. Una humareda: el lanzamiento del misil Sea Dart hacia mí. Barrionuevo venía atrás, a mi izquierda, cuando vi la estela del Sea Dart. Lo seguí con la vista pero por su traza oblicua me di cuenta que su trayectoria era de no impacto. El Sea Dart pasó al costado, a unos 300 metros de mi ala derecha y antes de sobrepasarme se le apagó el motor y comenzó a cabecear sin control. Y así continuó su rumbo. Ese peligro se había neutralizado. Nosotros seguimos concentrados en el Coventry. Pero ahora veía los impactos de sus cañones en el agua. Se veían como si fueran chorros de una ballena saliendo a la superficie. Íbamos bien, no pensé que podrían derribarnos”.
Mariano Velasco.



El HMS Coventry empieza a hundirse.

Hundimiento del Atlantic Conveyor

La Operación Atlantic Conveyor fue una operación realizada por la Armada Argentina el 25 de mayo de 1982 en la Guerra de las Malvinas. El 25 de mayo Puerto Argentino informó al Comando de la Aviación Naval sobre la posición de un portaaviones a 100 millas al noroeste de las islas Malvinas y se ordenó un ataque con los aviones Super Étendard (SUE). En Río Grande se alistaron los dos aviones con el capitán de corbeta Curilovic, y el teniente de navío Barraza. Los aviones despegaron a las 14:30 y efectuaron su reabastecimiento en vuelo sin dificultad. Los sendos Super Étendard iniciaron su recorrido y a más de 270 millas del blanco pasaron a la aproximación rasante a 500 nudos de velocidad. Los aviones estuvieron casi cuatro horas volando cuando regresaron a la base de donde habían salido. Cuando llegaron a la distancia adecuada fueron lanzados dos misiles, uno por cada avión, a una distancia similar a la utilizada en el lanzamiento al HMS Sheffield, saliendo los dos misiles de la misma forma en óptimas condiciones. El SS Atlantic Conveyor navegaba a dos millas de los aviones cuando los dos misiles impactaron sobre la banda de babor, explotando en su interior. En la cubierta donde explotaron los misiles había camiones cargados de gasolina que se incendiaron, propagándose el fuego al resto del buque. El ataque produjo la muerte de 12 personas. También se perdieron diez helicópteros que cargaba el buque Atlantic Conveyor (seis Wessex, un Lynx y tres Chinook), 45 vehículos blindados Volvo BM Bv 202 y recursos y elementos utilizados en tierra por las fuerzas inglesas como bombas, carpas y materiales para realizar una pista de aterrizaje. Fue la mayor pérdida logística para los británicos. Además de la pérdida de los valiosos helicópteros; para llevar adelante sus operaciones tuvieron que buscar alternativas que requirieron esfuerzos muy grandes. Todo esto afectó el desempeño de Inglaterra en operaciones posteriores. Luego del ataque, los ingleses navegaron por el Este de las Islas Malvinas, evitando el norte y el sur. Agregaron aún más defensas a los buques. Las primeras noticias las dio las BBC esa noche, informando que hubo ataques y que había un buque gravemente dañado. Al día siguiente se completó la información comunicando que el destructor HMS Coventry había sido hundido y el SS Atlantic Conveyor se había incendiado y fue abandonado. Por esta acción el capitán de corbeta Curilovic y el teniente de navío Barraza fueron condecorados con la medalla de «Honor al valor en combate».


Restos del Atlantic Conveyor.

Testimonios

“Durante varios días el radar Malvinas continuó detectando actividad al noreste del archipiélago. Determinó un phi-omega, es decir un punto de latitud y longitud donde se hallarían los objetivos, y se nos ordenó atacar. Una vez cerrada la cabina, el piloto se fusiona con su máquina y no hay margen para ninguna distracción. Sólo existe, quizá, el temor oculto de fallar en una misión para la cual nos habíamos preparado durante años”.
Roberto Curilovic.

“Para comunicarnos nos acercábamos y hablábamos por señas. Hacia el Este la luz del día se acorta y ya se estaba poniendo oscuro. El sol asomaba bajo y tenue a nuestras espaldas y enfrente había un mar gris plomo con corderitos. Estábamos a unas 50 millas del blanco cuando trepamos a 100 metros. Encendimos los radares. Hicimos dos o tres barridos a izquierda y derecha de no más de tres segundos y fue una cosa de no creer. Lo que tantas veces habíamos practicado apareció en la pantalla: un eco grande en el centro, como una bananita dibujada en la pantalla, con otros dos ecos más chicos, uno arriba y otro abajo”.
Julio Barraza.

“Desconocíamos de qué buques se trataban. Por el tamaño del eco podía ser el Hermes o el Invencible. Pero eso no significaba invariablemente que el eco grande fuera un buque grande. Depende de si estaba presentándote la proa o el través. Pero no quedaba otra que ir sobre el blanco más grande. Quedé como extasiado, Había una luz crepuscular y yo veía esas dos estelas de fuego que se dirigían hacia la flota y sólo pensé: ´¡Qué arma poderosa tenemos!’ Conociendo el resultado del ataque al Sheffield, era improbable que los buques de superficie enemigos pudieran evitar el daño. Pensando en eso olvidé unos segundos que había que tomar distancia”. reconstruye Curilovic.

Referencias

• Infobae: “David contra Goliat en Malvinas: la hazaña de los pilotos que hundieron al poderoso Coventry y averiaron una fragata inglesa”.

• Estudio de la pérdida del HMS Coventry publicado por el MoD en 2009.

• Hart Dyke, David. “Four Weeks in May: The Loss of “HMS Coventry”. (2007).

• Martini, Héctor A. “Historia de la Aviación Naval Argentina. III”. (1992).

• Infobae: “El letal ataque al Atlantic Conveyor: el error estratégico que les provocó a los ingleses la mayor pérdida logística en Malvinas”.

Fotografías: crédito a quien corresponda.



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