RADIACIÓN ELECTROMAGNÉTICA Y SALUD.

  Como toda radiación, es muy seria pues puede generar varios tipos de transtornos genéticos y de salud. Los estudios clínicos demuestran, en algunos casos particulares, la peligrosidad de la mencionada radiación.
Ernesto Russo.


La radiación electromagnética se puede clasificar en radiación ionizante y radiación no ionizante, en función de si es capaz de ionizar los átomos y la ruptura de enlaces químicos. Las frecuencias ultravioletas y más altas, como rayos X s, o rayos gamma son ionizantes, y generan su propia clase de riesgos. La radiación no ionizante, discutida aquí, es asociada con dos grandes riesgos mayores: eléctricos y biológicos. Además, la corriente eléctrica inducida causada por radiación puede generar chispas y provocar peligro de incendio o explosión.

Tipos de peligros

Riesgos eléctricos

Los campos eléctricos y magnéticos oscilantes en la radiación electromagnética pueden inducir una corriente eléctrica en cualquier conductor por el que pase. La radiación severa puede provocar corrientes capaces de ocasionarle una descarga eléctrica a personas o animales. También puede sobrecargar y destruir equipos eléctricos. La inducción de corriente por campos magnéticos oscilantes es también la forma en la que las tormentas solares interfieren con el funcionamiento de los sistemas eléctricos o electrónicos, causando daños o la explosión de los sistemas de distribución y los transformadores o apagones (como en 1989), e interfiriendo con las señales electromagnéticas (e.j. radio, TV, señal telefónica).

Riesgo de incendio

Radiación electromagnética de extremadamente alta potencia puede causar corrientes eléctricas de alta potencia incluso para crear chispas (arco eléctrico) cuando un voltaje inducido excede la tensión de ruptura en el medio circundante (e.j. aire). Estas chispas pueden provocar la ignición de materiales inflamables o gases, posiblemente conduciendo a una explosión. Esto es un riesgo particular en las cercanías de explosivos o fuegos artificiales, ya que una sobrecarga eléctrica puede prenderlos.

Riesgos biológicos

El efecto biológico mejor comprendido de los campos electromagnéticos es que causa calentamiento dieléctrico. Por ejemplo, tocar o permanecer encima de una antena mientras un transmisor de alta potencia está en operación, puede producir severas quemaduras. Es el mismo efecto que se produce en el interior de un horno microondas. Este efecto termogenerador varia con la potencia de la emisión y con la frecuencia de la energía electromagnética. Una medida de este efecto es la tasa de absorción específica o SAR, la cual tiene unidades de watts por kilogramo (W/kg). El IEEE y muchos gobiernos nacionales han establecido límites de seguridad para exposición a varias frecuencias de energía electromagnética basados en los manuales SAR, los cuales resguardan contra daño térmico. Hay publicaciones que apoyan efectos complejos biológicos de campos débiles no termales electromagnéticos, incluyendo campos magnéticos ELF débiles y campos RF modulados y de microondas. Mecanismos fundamentales de la interacción entre el material biológico y los campos electromagnéticos a niveles no térmicos no están dilucidados completamente.

Fragmentación del ADN

Un estudio de 2009 llevado a cabo en la Universidad de Basilea en Suiza descubrió que la exposición intermitente (pero no continua) de células humanas a un campo electromagnético de 50 Hz con una densidad de flujo de 1 mT (o 10 G) inducía un ligero pero significativo incremento de la fragmentación del ADN en el ensayo electroforesis en gel de célula individual. No obstante ese nivel de exposición ya está encima de los actuales límites de seguridad establecidos de exposición.

Posiciones de los gobiernos y los organismos científicos
Organización Mundial de la Salud

La Nota descriptiva n. 322 sobre Campos electromagnéticos y salud pública publicada por la OMS en junio del 2007 aclara:

«El grupo de trabajo concluyó que no existen problemas de salud relacionados con el aspecto de los campos eléctricos ELF en los niveles a los que está sometido generalmente el público en su vida diaria, además, la evidencia acerca de los campos magnéticos relacionados con la leucemia infantil no es tan fuerte como para considerarla una causa…. Un número de otros posibles efectos adversos de salud por posible asociación a exposición a campos magnéticos. Estos incluyen otros cánceres infantiles, cánceres en adultos, depresión, suicidio, desórdenes cardiovasculares, disfunción reproductiva, desórdenes de desarrollo, modificaciones inmunológicas, efectos de neurocomportamiento y enfermedades neurodegenerativas. El grupo de trabajo OMS concluyó que existe evidencia científica entre exposición a campos magnéticos ELF y todos estos efectos eran menores que la leucemia infantil. En algunos casos (e.j. enfermedad cardiovascular o cáncer de mama) la evidencia indica que los campos no los provocan.»

Mitigación

Una de las soluciones a la radiación de las líneas de alta tensión aéreas es colocarlas bajo tierra. La tierra y su medio encierra a los cables evitan que el campo eléctrico irradie mucho más allá de las líneas de energía, y reducen considerablemente la intensidad de campo magnético que irradia de las líneas de energía, a la zona circundante. Pero el costo de enterrar y mantener los cables en nivel de voltajes de transmisión es varias veces superior al de las líneas de alta tensión.

Leucemia y cáncer

Sugerencia de enlace no significativo
En 1997 el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos (del inglés: National Cancer Institute ‘Instituto Nacional del Cáncer’) (NCI) entregó un reporte publicado en el New England Journal of Medicine con los resultados de una investigación epidemiológica de 7 años de duración llevada a cabo sobre 638 niños con leucemia linfoblástica aguda (ALL por sus siglas en inglés). Los 620 controles practicados llegaron a la conclusión de que existía «escasa evidencia que apuntara a riesgos en niños que vivían en casas con altos niveles de campos magnéticos medidos en el tiempo por los altos niveles medidos promedio ponderado en el tiempo del campo magnético o por la categoría más alta de código de línea de aumentar el riesgo de ALL en niños». Tras la publicación del informe, el Departamento de Energía de EE.UU. disolvió la Investigación CEM y el Programa de Difusión de Información Pública (RAPID), diciendo que sus servicios ya no eran necesarios. En el 2005, el gobierno de Canadá emitió un informe que decía lo siguiente:

«El resultado de un análisis combinado llevado a cabo recientemente de varios estudios epidemiológicos muestran un aumento de dos veces en el riesgo de leucemia en los niños que viven en hogares, donde los niveles promedio del campo magnético son mayores de 0,4 microteslas (4 miligauss). Sin embargo es la opinión de este comité que la evidencia epidemiológica hasta la fecha no es lo suficientemente fuerte como para justificar una conclusión de que los CEM en los hogares canadienses, independientemente de la ubicación de las líneas eléctricas, causen leucemia en los niños.»

Informe del Gobierno de Canadá.

En 2001, Ahlbom et al. Realizó una revisión en los CEM y salud, y encontró que había una duplicación de la leucemia infantil para los campos magnéticos de más de 0,4 T, pero dijo que “Esto es difícil de interpretar en ausencia de un mecanismo conocido o soporte experimental reproducible”. En 2002, un estudio realizado por Michelozzi et al. Encontraron una relación entre la leucemia y la proximidad a la estación de transmisores de Radio Vaticano. En 2005 Draper et al. Encontró un aumento del 70% de la leucemia infantil para los que viven dentro de 200m de una línea de transmisión, y un aumento del 23% para los que viven entre 200 a 600 m . Ambos resultados fueron estadísticamente significativos. Los autores consideran que es poco probable que el aumento de 200 m y 600 m está relacionada con los campos magnéticos, ya que están muy por debajo de 0,4 T a esta distancia. La Universidad de Bristol (Reino Unido) ha publicado trabajos sobre una teoría que podría explicar este aumento, y también brindaría un mecanismo potencial, siendo que los campos eléctricos alrededor de las líneas eléctricas atraen aerosoles contaminantes.

Transmisión de energía eléctrica

La preponderancia de evidencia sugiere que el bajo consumo de energía de baja frecuencia, la radiación electromagnética asociada con corriente no constituye un peligro para la salud a corto o largo plazo, y mientras algunos de los mecanismos biofísicos para la promoción del cáncer se han propuesto (por ejemplo, los campos eléctricos alrededor de las líneas de alimentación atraen aerosoles contaminantes, ninguno ha substanciado. Sin embargo, algunas investigaciones han implicado la exposición en una serie de efectos adversos para la salud. Estos incluyen, pero no se limitan a, leucemia infantil, leucemia adulta, enfermedades neurodegenerativas (como esclerosis lateral amiotrófica), Aborto espontáneo, y depresión clínica.

Teléfonos móviles y radiación

Acerca de Teléfonos móviles y radiación la preocupación por el tema ha aumentado especialmente a raíz del enorme incremento en el uso de telefonía inalámbrica móvil en todo el mundo existiendo más de dos mil millones de usuarios en la actualidad). Los teléfonos móviles usan radiación electromagnética en el rango de microondas, y algunos creen que puede ser dañino a la salud. Eso ha conducido a una gran cantidad de investigaciones (epidemiológicas y experimentales, tanto en no-humanos y en humanos). La preocupación acerca de los efectos en la salud ha aumentado sobre todo en lo que respecta a sistemas digitales inalámbricos, como las redes de datos inalámbricos. La Organización Mundial de la Salud, basada en un punto de vista consensuado entre las comunidades científica y médica, afirma que los efectos de salud ( por ejemplo, cánceres) no parecen estar causados por los teléfonos celulares o sus estaciones bases, y espera hacer recomendaciones acerca de teléfonos móviles entre el tercer trimestre de 2010 y el primer trimestre de 2011. Por otro lado, a pesar de no haber evidencia científica sobre la posible relación entre las radiaciones electromagnéticas del rango de las microondas (redes móviles y redes domésticas wifi de datos) y el cáncer, aunque sí se ha comprobado que la exposición continua y prolongada a estas radiaciones no ionizantes provocan en algunos individuos con especial sensibilidad efectos en su organismo como dolores de cabeza, nerviosismo, alteraciones del sueño (mayor dificultad para conciliarlo) e incluso mareos, dependiendo de la intensidad y el tiempo a la que se vean sometidos. Estas alteraciones pueden ser más frecuentes en individuos con menor masa corporal, como son los niños de corta edad, ya que la radiación electromagnética del rango de las microondas afecta en mayor medida a sus organismos por tener menor masa corporal del mismo modo que un filete de 100 gramos necesita menos tiempo de cocción en un microondas que un filete de 500 kg.

Referencias

• IEEE Std.: “Standard for Safety Level with Respect to Human Exposure to Radio Frequency Electromagnetic Fields, 3KHz to 300GHz”. (2005).

• International Commission on Non-Ionizing Radiation Protection.: “Guidelines for limiting exposure to time-varying electric, magnetic, and electromagnetic fields (up to 300 GHz)”. (2008).

• Aalto S, Haarala C, Brück A, Sipilä H, Hämäläinen H, Rinne JO.: Mobile phone affects cerebral blood flow in humans. Journal of Cerebral Blood Flow and Metabolism “. (2006).

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